sábado, 24 de abril de 2010

CARRERA DE MOZOS

La séptima edición de la ya tradicional carrera de mozos se realizó en Buenos Aires y reunió a gran cantidad de público en una escena que bien podría servir de ensayo de cara a los festejos por el Bicentenario.

Fabián Bisondro se fue a acostar temprano el viernes por la noche luego de comer tallarines porque el sábado 24 de abril sería su gran día. El uniforme del restaurante “El Capitán” iba a lucir planchado un franco por primera vez en el año.
Bien tempranito, agarró a su novia Verónica (uruguaya como él) y se fue hacia Av
enida de Mayo al 900, lugar desde donde partió la edición 2010 de la carrera de mozos y sede de su “sindicato”, la Unión Trabajadores Hoteleros, Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA).

De punta en negro, partió en el primer pelotón y al llegar al Cabildo, tapado por las refacciones para los festejos por el Bicentenario, ya era uno de los cuatro que picaban en punta, la mayoría de ellos trotando.
“¡No vale correr, no corran!”, gritaba su compañera pegada al cordón de voluntarios que marcaban el camino y él, sonriente, la miraba de reojo con agradecimiento.
Cruzada la meta, llegó el encuentro con Tiempo Argentino, a quien le diría: “No sé como llegué, adelante mío había gente trotando, pero si trotás te descalifican”. Verónica se mordía nerviosamente los labios y repetía: “él es un capo, es el mejor y llegó primero”

Luego prometió: “Yo no troté y es la segunda vez que participó, el año que viene tampoco voy a trotar”.

-¿O sea que tenés chances?
- “Ojalá”, suspiró ilusionado.

La voz de Jorge Formento anunciaría, unos minutos después que Fabián era el primero del podio de mozos hasta 45 años, relegando al segundo puesto a Nicolás Pereyra y a Mariano Iorfino, al tercero.

La alegría del final, incluiría un pequeño festejo con este diario y el saludo del Ministro de Cultura y presidente del Ente Turismo de Buenos Aires, Hernán Lombardi, el Secretario General del sindicato gastronómico y de Manuel Novo, presidente de la Asociación Patrocinadora del Turismo, La Hotelería y la Gastronomía (APTHGRA), quien señaló: “Estamos festejando los siete años de la Patrocinadora y este es un evento que convoca a la familia gastronómica. Es un mensaje de esperanza que coincide con el Bicentenario”.
Novo también señaló que “el espíritu de esta competencia es que, más allá de las diferencias que podamos tener, cuando se trata de hablar por el bien común, estamos todos junto
s”.
Asimismo, agregó: “la mujer se va incorporando al mercado laboral y nosotros lo vemos con mucha alegría porque entendemos que en cada uno de los participantes hay una familia”.
En ese sentido, una representante de Puerto Madryn, Alejandra Caballero, se llevaría el primer puesto de la categoría ‘Camareras’, seguida por Sonia Santullo y Mónica Sbarra.
La séptima edición en Buenos Aires de esta tradicional competencia contó con 400 inscriptos que completaron el circuito que comprendía el largo de la Avenida de Mayo hasta la plaza, una vuelta por la misma y el retorno al punto de partida. Luego de la entrega
de premios, los competidores completaron un paseo por la ciudad a bordo de los buses turísticos.
¿Qué pasó con Fabián? Con el mismo “paso largo” que lo consagró y su novia flameando de la mano, partió hacia su casa pensando en como gastar los tres mil pesos del premio.


Ramiro Barreiro
(Para Tiempo Argentino)

miércoles, 21 de abril de 2010

“La sobreexposición también te lleva a la ridiculización”

Luego de meter 20 mil personas en la calle y tocar con grandes figuras mundiales, Hugo Lobo dialogó con HBA sobre la escena musical local y las posturas adoptadas a lo largo de su carrera.

Como buen sesionista, la cita es en un club, aunque Hugo Lobo no estará soplando su trompeta cuando acuda a su encuentro, sino que estará entrenando boxeo y si bien la jornada no contempla 'hacer guantes' meterá algunas manos potentes.

Socio e hincha de Atlanta, músico “por placer” y pedagogo por casualidad, el creador y líder de Dancing Mood convirtió a una orquesta de 12 músicos liderada por 7 instrumentos de viento y formada hace casi 10 años en una de las máximas referencias del ska y el reggae de la Argentina que se autogestiona en forma completamente independiente.

¿Cómo se sigue creciendo luego de haber llenado el Opera, el Luna Park y haber hecho 100 Nicetos?

Tocando. Nuestra filosofía es la de seguir tocando mucho. Siempre tocamos dos o tres veces por fin de semana para mucha o poca gente. Así seguimos vigentes y nos siguen conociendo.

Esto de la constancia te valió el mote de sindicalista, ¿Lo mantenés?

Todo lo contrario. Ese fue un gil que me lo dijo en joda en una nota y lo terminó poniendo en un título. No me gusta el significado de esa palabra y mi actitud en la música no tiene que ver con eso porque muchas veces ni cobré por tocar y mi relación de fuerzas no se demuestra parando.

Tocan en lugares muy diferentes entre sí, ¿Entendés la música como un laburo?

No. La entiendo como un disfrute, un placer personal. Obviamente termina siendo un laburo porque vivo de esto pero no me lo tomo como cualquier otro trabajo. Por eso no estoy obsesionado con la movida del billete.

¿Creés que en la escena rockera existe eso?

Si. En general pasa que los pibes se arman una banda pensando en pegarla y en el billete. Por más barrial que sean, la mayoría termina firmando con compañías multinacionales, los precios de las entradas se van a la mierda y no se fijan en el bolsillo de quién los va a ver, se pelean por las autorías de Sadaic o están más preocupados para ver si salen en la tele que en otra cosa. No le veo a la mayoría el amor por la música y de hecho muchos no estudiaron música. No lo tienen como pasión. Esto es lo mismo que el fútbol: una cosa es ser un profesional y otra jugar un picadito en la calle con los pibes. Si elegís lo segundo no te podés parar al lado de Martín Palermo.

¿Pero es necesario estudiar música?

No, no es una condición. De hecho la mayoría de la gente que yo escucho nunca estudió ni son eruditos de conservatorio. Hablo del porqué, los motivos por los que te juntás a armar una banda, si es para juntar guita o para hacer una movida más sentimental con la música. Digo esto porque veo muchas bandas a las que las compañías le ponen productores con los que no tienen ninguna afinidad musical. Toti Guyot produce un montón de bandas que no tienen nada que ver con lo que hacía GIT, por ejemplo. No entiendo como bandas y compositores permiten eso.

¿Creés que la cagan cuando arrancan o cuando firman?

A algunos se les va destapando la olla: hay bandas que no tienen paciencia y se cansan de tocar para 500 personas y arreglan, ahí salta la ficha de porqué sos músico o para que formaste una banda. Esta más que claro que cuando firmás un contrato con una compañía tenés una fecha de vencimiento de lo popular y podemos hablar de un millón de ejemplos; ¿Hace cuanto que no escuchás hablar de Miranda? La sobreexposición también te lleva a la ridiculización. Llegás a ser masivo pero cuando la marea baja te queda menos gente, porque la que tenías antes te tilda de careta y la nueva se entretiene con otra cosa, todo por un año de fama o comer con Mirtha Legrand.

En la escena del reggae se ven muchas bandas apuradas, ¿Cómo sigue ésto?

Para mí termina como toda moda. Es pasajero y los pibes que tocan o escuchan reggae se enojan cuando digo esto pero no tiene nada de malo, pasó con todo: el Buenos Aires Hardcore duró un año y medio y veías pibitos con camisas cuadriculadas y medias de fútbol arriba de la rodilla, también vimos remeras de los Ramones, chupines y All Star o pañuelos en la cabeza como Axl Rose. Esas movidas hoy son mucho más chicas de lo que eran y lo mismo va a pasar con el reggae, más allá de que tenga un mensaje más místico que otros estilos aunque eso no quita que esté lleno de oportunistas.

Más allá de lo social, ¿Creés que lo artístico no está en juego?

Si, el reggae como género se jode pero se joden más los que joden al reggae. Yo hago ska, a pesar de que nos cataloguen como banda de reggae y eso te demuestra lo poco profundizado que está todo. Uno viene haciendo ésto desde hace mucho tiempo y hoy viene a verme mucha gente porque el reggae está de moda, pero a mí no me va a molestar volver a tocar para veinte personas. Las bandas que se subieron a la movida y explotaron de un día para el otro, sí se van a ver perjudicadas.

Ustedes hicieron 100 Nicetos pero vinieron los Skatalites y no llenaron ni uno sólo...

De eso hablo. No está profundizado. Vino Alpha Blondy que es de Costa de Marfil y te llena un Luna Park pero los Skatalites inventaron el reggae y tocan para 200 personas.

Vos hace mucho que venís laburando pedagogicamente con la música, ¿No se logró nada?

Si se logró. A muchos pibes se les empezó a abrir la cabeza luego de ver a Dancing Mood, con decirte que muchos ni saben que género hacemos porque vienen a escuchar música. Lo de los 100 Nicetos fue una demostración de eso, con una convivencia sin bardos entre 20 mil personas y donde, a propósito, metí a Mysterio, Actitud María Marta y Damas Gratis, bandas que no tenían un carajo que ver y todas fueron respetadas. Cualquier otro ‘chaboncito’ que sólo escucha reggae podría haberlo cuestionado y esos son los que no aprenden nada.

Saliendo de la música, cada vez que existen los totalitarismos se retrocede como sociedad, ¿Es necesario reconocernos como aprendices de muchas cosas?

Sí, porque eso es todo. Con las religiones pasa lo mismo: hay un encasillamiento en lo que uno cree y todo lo demás es una mierda pero no sólo en Argentina, el ser humano es medio así.

Pero ¿Por qué las cosas terminan saliendo peor acá?

En Palestina e Israel no está tan bien la cosa. Acá se abrió mucho la movida de las tribus, sobre todo en los últimos diez años aunque el reggae no es el ejemplo. Hoy cualquier flaco tiene un disco de Iron Maiden pero al lado también tiene uno de Depeche Mode y antes el que escuchaba Heavy Metal no escuchaba otra cosa. Ahora hay pibes que escuchan de todo y antes te calificaban de boludo si hacías eso. Se abrió de la mano de bandas como los Cadillacs o Mano Negra.

Petinatto dijo que el reggae era una música que servía de compañía, ¿Para qué sirve el reggae o el ska para vos?

Dancing Mood es una banda instrumental pero fuese o no instrumental, creo que el mensaje o la filosofía de cada estilo de música tiene que ir acompañado con las acciones reales. Las letras te las podes meter en el orto -digas lo que digas- si firmas con una multinacional o si tus entradas salen 60 pesos. No me identifico con un chabón que escribe una letra porque está demostrado con muchos artistas que con una birome y un papel dicen un montón de cosas y en las acciones es al contrario: es gente ambiciosa que se pelea por guita, que está llena de plata y se caga en la gente. Creo que la movida va en las acciones acompañada de la música. El reggae es una música creada en Jamaica por la opresión y no se puede trasmitir acá de raíz, uno puede amoldarla a nuestra realidad que es algo diferente pero de ahí a hacer algo coherente con lo que estás diciendo es otra cosa.

Pero acá hay otras formas de opresión y las bandas de reggae no las reflejan...

Según. Resistencia Suburbana me parece una banda que habla de la realidad que vivimos. Lo que es lejano es el rastafarismo o el concepto de Jah y muchos se valen de eso para llenarse de guita.

Si un día Dancing Mood aprende a hablar, ¿De qué hablaría?

Tenemos muchos temas cantados, la mayoría en inglés y hablan de boludeces pero yo mis entradas las sigo cobrando diez pesos, los discos siguen saliendo diez pesos, somos una banda independiente, hicimos una movida en la calle para 20 mil personas que muchas empresas quisieron comprar y las rechazamos a pesar de que eso nos costó quedar 300 mil pesos abajo.

¿Pero de que hablarías?

No sé. A mí me interesan un montón de temas pero no creería ponerlos en una canción. Lo primordial son las cosas reales. Que el pibe que venga me agradezca porque viene a un show de Dancing Mood con 30 pesos y se lleva dos discos además de pagar la entrada. Eso me interesa porque de esa manera me fijo en la realidad de la gente y que se puedan divertir por un precio económico. Respeto a las bandas que sí tienen un mensaje y lo cumplen. No sé si me atrevo a decir que le creo a alguno de los que escribieron una letra alguna vez porque podés cantar lo que quieras pero cobrás 50 mil pesos cada dos meses en Sadaic. A Gieco y a Blades son los únicos a los que les creo.

¿Escuchás reggae nacional?

Ni reggae ni ska, no me gustan. Nacional prefiero escuchar cumbia. La villera 'astilla' pero la cumbia santafesina y el cuarteto están muy bien logrados, tienen calidad, cosa que el Rock y el reggae no.

¿Cómo se nutriría el reggae nacional?

Escuchando otros estilos. Bob Marley antes de hacerse conocido no escuchaba reggae porque no existía. Tuve la suerte de viajar y conocer a la gente de Skatalites, Madness, los Specials, The Selecter y sus influencias no son la misma música que hacen. Todas las bandas suenan iguales porque todas escuchan lo mismo. Marley escuchaba Jimy Hendrix, blues, jazz y de ahí viene esta música. A mí me gusta la música y por eso puedo disfrutar de ACDC, Leo Mattioli y los Carpenters y lo mismo debe pasar con la política: vos tenés una idea pero tenés que escuchar otra para, por lo menos, saber porque no estás de acuerdo.

Entonces, ¿Hay que escuchar más y hablar un poco menos?

Totalmente.

Ramiro Barreiro
(Publicado en la edición de Enero de Hecho en Buenos Aires).


Hugo Lobo