miércoles, 2 de diciembre de 2009

“Nuestra sociedad es mafiosa”

La banda que oficia de soporte en el festejo por los 77 años del Luna Park explota al mismo tiempo en que se prende el grabador pero los Attaque ni se inmutan, saben que su estallido será todavía más potente.

Mariano Martínez, Luciano Scaglione y Leo De Cecco encaran cualquier tema con la misma contundencia con la que tocan usando, como nunca antes, todo su arsenal de pirotecnia autorizada.


A pocos días de haber lanzado su primer disco en la era post Ciro Pertussi (dejó la banda luego de 20 años) y a minutos de coronar su “año positivo” con un show multitudinario, tuvieron un espacio para dialogar con HBA y cortar en forma definitiva con el duelo por el compañero perdido.

¿Cómo encaran esta nueva etapa?
Luciano: Con más expectativas porque es como el relanzamiento de la banda; mezclando 20 años de experiencia, rutas, discos y shows con la energía que nos dio un momento de crisis. En vez de quedarnos amargándonos la vida, salimos adelante para hacer lo que hicimos siempre.

¿Y la pensaron mucho?
Mariano: Fue muy rápido, se dio todo sin pensar. Ahora terminamos con la etapa de los primeros shows y el nuevo disco. Dijimos 'estamos acá, hagamos un disco nuevo'; nos pusimos a ensayar inmediatamente, a componer, a grabar y en mayo ya estábamos tocando de nuevo. Había incertidumbre de todos lados (el público, la gente que labura con nosotros, etc.) pero toda esa energía se transformó en una especie de motor positivo que va para adelante y lo ves bien claro en la gente, que siempre estuvo ahí representando eso del 'aguante Attaque' y nunca tuvo tanto sentido como ahora. Es la primera vez que le damos un sentido groso a ese término.

Muchos de esos 'aguante Attaque' se sorprendieron con la partida de Ciro pero coincidieron en que la banda ahora iba a sonar más fuerte. El disco confirma un poco eso, ¿Lo buscaron?
Leo: Se dio así. No es algo buscado.
Mariano: El disco es como una foto de un momento. No te representa mucho tiempo después. Incluso fue grabado inmediatamente después de toda esta crisis y es una especie de explosión creativa cargada de ansiedad y con fuerza. Nosotros lo escuchamos tantas veces que ya no sabés si está bueno o es una cagada. Lo que sí teníamos intención de transmitir es la emotividad que sentíamos en ese momento, más que cuidar los detalles técnicos para que suene bien. Creo que este disco transmite emoción.

En la composición se sigue viendo presente la cuestión social, ¿Creen que todavía hay mucho para contar?
Mariano: Es una forma de canalizar nuestra emotividad, tanto las frustraciones como las alegrías, tristezas, amor, desamor; el sube y baja emocional de cada uno en el día a día. El grupo es nuestra descarga, por lo tanto, los temas son variados. Si bien estamos emparentados con la crítica social, también hay momentos de optimismo y miradas distintas sobre una cuestión social y después algunas cosas más intimistas como el amor hacia una persona o el desengaño amoroso. En el disco se suceden todos esos estados de ánimo.

Muchos de los que los siguen hace 20 años opinaron que en las letras del último disco hay menos espacio para los temas del corazón.
Mariano: ¿Vos decís? Es difícil ser objetivo en este contexto. Eso se va a saber más adelante. Tampoco uno hace la misma lectura del disco cada vez que lo escucha. A mí en lo personal no me hace falta que lo critiquen; me parecen interesantes los comentarios pero no me cambia nada. Es como una foto, no me importa cómo salga.

En notas anteriores, Leo habló de la futbolización del Rock; ustedes siempre marcaron una posición de distancia, ¿Qué piensan de lo que pasó con Viejas Locas en Vélez?
Luciano: Nuestro acercamiento fue con la parte linda: la pasión y la función de divertir al hombre y nada más, pero el fútbol después se transformó en un negocio con mafias y las cosas que ya se saben.
Leo: No creo que lo de Viejas Locas haya sido por la futbolización. Fue un caos generalizado con gente que quiso acceder sin entrada, con una organización que de puertas para adentro es de una manera y de puertas para afuera es de otra, la policía reprimiendo brutalmente, un pibe que se debate entre la vida y la muerte. Una cosa tremenda...
Mariano: Y así se maneja el fútbol también, o sea que la futbolización no es solamente del rock; nuestra sociedad es así: es mafiosa, es el apriete. No tiene tanto que ver con el Rock sino con como estamos educados, somos una sociedad hecha mierda, maleducada. No entendemos nada y muchas veces la gente se presta a ese juego, sin querer, creyendo que está adoptando una postura rebelde, rockera, antisocial y termina siendo un pollito mojado, carne de cañón.

Cuando pasó lo de Cromañón se escuchó la voz de Ciro pero ¿Cúal era la postura del resto?

Mariano: No se escuchó la postura de Ciro solamente, se escuchó a todo Attaque. Lo que pasa es que si alguien habló en nombre de la banda seguro fue Ciro, eso pasaba antes.
Luciano: Nosotros también hemos dado muchas notas hablando de Cromañón.
Mariano: De todas formas siempre coincidimos entre nosotros que somos una sociedad condenada. No importaba quien iba a ir a la cárcel o quien se iba a salvar. Nosotros ya estamos condenados, lo único que queda es rearmarse. A veces soy muy pesimista y me parece que la sociedad no funciona y no hay muchas posibilidades porque está muy armado ese engranaje y nos tienen boyando. Creo que es un error ir a lo chiquito, si fue el político de turno o el que cuidaba la puerta o el músico que está tocando, mal o bien. Ya estamos discutiendo boludeces. A mí me dio pena toda la crítica de Botafogo (N.de R.: Miguel Botafogo difundió una carta abierta donde responsabilizó a los medios, los productores y la banda por los incidentes en Vélez) y toda la discusión que se dio luego de esto. Entiendo que él habla desde el dolor y la impotencia. Pero esa es la contienda social en la que estamos metidos y tenemos que encontrar otra forma de discutir porque así nos vamos a pasar siempre discutiendo, no es el camino enfrentarnos.

Sucede que mientras tanto hay muchas bandas que no pueden tocar...

Luciano: Cromañón cambió todo el panorama; para las bandas chicas significó empezar todo el circuito del under de nuevo y sin apoyo de ningún tipo.
Mariano: En realidad debería haber sucedido todo lo contrario: deberían haber aparecido espacios habilitados y tendría que haberse dado un paso adelante porque sino ¿Qué va a pasar? ¿Se acaba la cultura, el arte? Lamentablemente los gobernantes, tanto a nivel de la Ciudad como de la Nación se ve que tiran para ese lado; se ve que la cultura y el deporte es 'un partido de polo': está todo bien y no hay nada que controlar, pero no es así, es necesario acompañar el sentir de la gente y las expresiones culturales. Al final las están matando de la misma manera en que lo hicieron los milicos. Hay que entender, hay que tratar de seguir a la gente y saber que les está pasando, que les gusta, que quieren y tratar de hacer florecer todo eso, mejorar los lugares… Porque se sigue tocando en cuevas de cucarachas y en cualquier momento puede volver a pasar, y no sólo Rock and Roll sino teatro, música de todo tipo.

Parece que cuando la cosa pasa en el Rock hay un ataque extra...
Mariano: Es fácil echarle la culpa al Rock porque la gente a esa crítica le levanta el pulgar. Es un pensamiento muy retrasado, hay quilombos en todos lados. La política y la iglesia son el peor quilombo de todos, el Rock siempre fue un sinónimo de rebeldía y de alguna manera sigue siéndolo. Hay un montón de cosas a las cuáles rebelarse pero siempre hay un cierto sector ultra conservador que, aunque parezca mentira, prefiere echarle la culpa a una música estridente o a un pibe con pelo largo o al mensajero pero flor de quilombo es el Congreso, la Casa Rosada y la Catedral. Que empiecen arreglando todo por ahí y después vemos que hacemos con el Rock, Nosotros (los rockeros) por lo menos estamos intentando hacer algo, ¿Por qué no van al Interior del país y preguntan 'Qué prefieren, que venga el Papa o que venga Pappo? (Risas). La gente necesita esto, no nos pueden tener con la soga al cuello.

Haciendo un poco de historia, allá por el '95 hicieron un show en el Centro Municipal de Exposiciones sin Ciro y Luciano dijo 'somos Attaque 45 y medio'...
Luciano: Sí, yo manejo los porcentajes (Risas). Hace un año y medio tocamos en el teatro de verano en Montevideo y tampoco estuvo Ciro porque estuvo enferma su mamá, pero siempre tuvimos esa comodidad de tocar igual.
Mariano: ¿Vos preguntás si ahora somos attaque 45 y medio? No. Nosotros somos Attaque 77. Si una persona, en este caso Ciro, tenía un nivel de compromiso con este grupo, obviamente era parte vital. Pero cuando él se empieza a retirar tanto afectivamente como en el laburo del día a día obviamente empieza a dejar de pertenecer.
Luciano: El grupo siempre mantuvo la identidad. En sus comienzos era un quinteto que tocaba el tío de Mariano y Federico cantaba, al año se convirtió en un cuarteto y Ciro tocaba el bajo, después vino el chino a tocar el bajo, después entro yo en el´'92 y venimos tocando hace 17 años, juntos, todos los días.

¿Nunca van a ser un dúo de boleros, no?
Mariano: Tal vez un dúo de boludos... (risas).
Luciano: Lo cierto es que el sonido de la banda durante muchos años fuimos nosotros tres y nos íbamos pasando los instrumentos y, tal vez, ahora se recrea un poco eso.
Mariano: En ese momento, la energía funcionaba con los cuatro y desde hace un tiempo esa energía vive con nosotros tres, inclusive antes de que Ciro se fuera, por eso su salida no transforma a este grupo en Attaque 45 y medio.

Si antes se decía que era la banda de Ciro, ¿Ahora que hay que decir?
Luciano: Esas eran boludeces del periodismo, marketineras. Si cualquiera de nosotros se va, no podemos tocar.
Mariano: No nos gusta ninguna figura de autoridad. Este grupo nunca tuvo un dueño, un líder de grupo. Cuando se decía 'el grupo de Ciro', nada estaba más lejos de la realidad. Capaz que otro grupo si funciona así. Acá cada uno es líder de uno mismo y éste grupo, realmente funciona así y siempre funcionó de esa manera. Somos una especie de triunvirato. Cada uno se ocupa de una cosa y es irreemplazable. No nos hace falta tener un líder, de hecho, el grupo no existiría más si Ciro hubiese sido el líder.

Ramiro Barreiro
(Publicado en la edición de Diciembre de Hecho en Buenos Aires).

martes, 1 de diciembre de 2009

Arriba la luna, abajo la fiesta

Manu Chao volvió a tocar en Baires y, como siempre, volvió a desatar la locura de los presentes el estadio de All Boys. Mirá la galería de fotos.

Allá por el 2005, Manu Chao brindó una conferencia en la misma radio por la que agregó una fecha más a su visita a Buenos Aires (FM La Tribu) y, consultado por la piratería, deslizó una frase simple. Tan simple como las líricas que acompañan el magnífico frenesí que se vive en sus shows:

"Los músicos tenemos que entender que ahora hay que salir a trabajar".

Palabas más, palabras menos, lo que el 'juglar del mundo' estaba describiendo es un paradigma que supo ver antes que muchos (que Metallica seguro): los discos ya no dejaban dinero y la 'papa' estaba en los shows.

Será por eso que cada show de Chao y Radio Bemba es como el del sábado. Será por eso que es imposible no bailar cada vez que Phillipe "Garbancito" Teboul desata la locura desde un bongó, luego de dos minutos de caricias a los cueros.

Hablar de fiesta es reiterativo, trillado e incompleto; pero no existe una palabra mejor para calificar. Por tal motivo, recurro a las claves:

"¿Qué hora son mi corazón?"
El show del francés duró poco más de tres horas que se vivieron al palo, sólo con dos momentos de relax: la participación del primer invitado -Tonino Carotone- que deslizó una versión cuartetera de su interminable hit "Me cago en el amor" y el llamado a las conciencias de los 30 mil presentes por parte de una representante de la comunidad mapuche que denunció: "Nuestro territorio está siendo amenazado por los mismos que hoy piden seguridad en estas ciudades".

"Me gusta la guitarra, me gustas tu"
Las cuerdas de Radio Bemba son potentes y lapidarias. Con pasajes de flamenco en varios pasajes del show y electrizantes solos, la viola de "Magic" Fahem se posiciona como el segundo foco de atención del sobrio escenario aunque Gambeat azoma desde atrás con una potencia no sólo aportada por su bajo sino también cuando le toca 'corear'.

"Aquí no pegamos los ojos"
Un dato trascendental para los más observadores: entre tema y tema los músicos no se toman más de dos segundos y nunca pararon a tomar agua. El público es, casi en su totalidad, acorde a los hechos dado que nadie paró de saltar y bailar durante todo el show. A pesar del humo, nadie se cuelga.

"Cuando me buscan nunca estoy"
Otro momento clave llegó con la única dedicatoria de la noche. "Desaparecido" fue dedicado a Luciano Arruga, el joven estudiante de Ciencias Sociales del cual no se sabe nada desde el 31 de enero, en un hecho alarmante dada la inactividad de los investigadores.

"Bailemos todos el vacaloca"
El otro invitado sería quien trajera el auténtico ska. Ese ritmo que cuanto más seco suene, más te obliga a zapatear. La participación de Fermín Muguruza con tres temas propios de su extensa carrera, sería el momento musical más alto de la noche de All Boys y una oportunidad para ver a un Manu Chao espectador de uno de los artistas que más admira.

La visita del 'juglar del mundo' a Buenos Aires concluirá mañana con un show en el Estadio Cubierto Malvinas Argentinas en conmemoración por los 20 años de La Tribu. Será bajo techo, por lo que no habrá que hacer la cruz de sal para que el tiempo acompañe como en el fin de semana aunque, más de uno volvió a su casa mojado, felíz y chapoteando sobre los "charquitos de arrabal".

Ramiro Barreiro
(Publicado en Crónica Digital el lunes 30 de noviembre de 2009)

miércoles, 11 de noviembre de 2009

El drama de Jazmín, Gerónimo y su papá Ariel

Son rosarinos y sobreviven en la calle pero necesitan un techo.

Jazmín florece dos veces en toda la charla. Emerge de su lecho de frazadas viejas para sumarse al coro que ya integraban su papá Ariel y su hermano Gerónimo.

Los tres coinciden para dejarme en claro sus dos verdades básicas: que son rabiosos hinchas de Rosario Central y que necesitan en forma imperiosa un techo.

Mamá ya no está y esta familia de rosarinos que hace dos años se radicó en las calles porteñas supieron arreglárselas con sus manos: la única mujer hace pulseritas con macramé, Papá Ariel trabaja con cueros y Gerónimo hace malabares en los semáforos.

"Por ser rosarinos no nos dan cabida porque no avalamos lo que ellos quieren: tener una permanencia de por lo menos 3 años en la calle que además tienen que ser comprobables", denuncia Ariel con rapidez antes de definir con contundencia: "Es como un juego, que si que no, yo antes de ser rosarino soy argentino".

¿Qué hacías antes de quedar en la calle?
"Yo trabajé en todo tipo de laburos: Cliba, una fábrica de ladrillos y demás pero yo me iba sólo, no me rajaban. Comprendí por mi mismo que no daba laburar en las condiciones que se laburan, porque te cagan con la guita que ya laburaste".
¿Y qué es lo peor de vivir así?
"Entre la gente de la calle hay mucho problema de salud y lo peor es la indiferencia, te dicen que te van a ayudar pero sólo te tienen lastima, a veces te comen al lado".
¿Viviste alguna situación de discriminación?
"La otra noche en el Obelisco vino la camioneta del gobierno de la Ciudad porque los había llamado el placero por un pibe que está enfermo y uno de los de la camioneta se fue a comprar cuatro hamburguesas y cuatro cafés grandes; yo pensé que les iban a dar a los chicos que están ahí pero se pusieron a comerle al lado, pensé en pegarle pero pierdo yo. Otras veces te preguntan si tenés frío o si tenés hambre, pero después no te dan nada, se piensan que te llenás con el aire".
¿Y la gente común? ¿También te discrimina?
Gerónimo: "Hay chabones que son re bravos. Pasa que tienen plata y vos valés menos porque sos pobre. Los cagan tanto en el laburo que piensan: 'este guanaco vive todo sucio pero vive bien y a mi me tienen con un palo en el orto'; laburan como 17 horas y ven una hora al hijo, y encima cada vez que llega a la casa dicen: 'que suerte que todavía no me la dieron'".

Ramiro Barreiro
(Publicado en Diario Crónica del 3 de agosto de 2009)

martes, 10 de noviembre de 2009

Mis juguetes perdidos

Y el tipo dice que quiere ver las banderas de mi corazón. En forma automática, cada una de las almas que ofician de interlocutores le ofrecen algo. Levantan remeras, abren sus celulares, gritan, lloran.

De repente, un trapo blanco me tapa el cielo y, al irse, me muestra un fulgor eterno que ya está quemando la tela que protege el césped. Y ya no miro el escenario. Se tratará de un momento que guardaré para siempre en algún lugar del cuerpo que todavía no tiene nombre.

Al principio elijo vivirlo solo porque, en definitiva, este asunto está ahora y para siempre en mis manos. Porque el futuro ya llegó y tal vez pocos lo entiendan.

Entrego mi visual al fuego. Lo dejo enceguecerme. Le prometo que cuando crezca, siempre me encontrará a su lado. El tipo canta como nunca lo hizo. ‘Perfume al filo del dolor’.

Ese dolor me atrapa, me excita, me pide más. De eso se trata todo esto. ‘Licor delirio del amor’.

Y tiene razón, cada remera, cada trapo, está en las pieles. Mi vista ya perdió noción de los colores. Sólo veo el rojo furioso que matiza ese infierno encantador.

De repente, veo a mis amigos. Y son protagonistas de mil viajes más. Están tan llenos como yo. Completos.

Uno de ellos se da cuenta y me abraza. Me canta al oído: ‘Cuanto más alto trepa el monito, así es la vida, el culo más se le ve’. La gota más gorda y más dulce abandona mi ojo derecho y cae al ardiente suelo. Seguro provocó humo.

Le agrego: “lo importante es que le vean el culo sano”. Y me autoproclamo poeta. De mi propia vida, de mis propios problemas, de mi propio orgullo. Siento que nada puede doblegarme, me veo invencible. Sólo por saber que hasta equivocarme puedo, si esa es mi decisión.

Porque el tipo sólo te da la clave, para que vos sigas la historia…

Ramiro Barreiro
(Publicado en la edición especial de Mavirock NOV/09)

Si, ya estoy en el cielo

Volaban los 90 en Buenos Aires y en mis auriculares sonaba una basura que no parecía grandiosa ni era toda igual. Si Buenos Aires volaba, Cemento era sin duda su hangar. Las Pelotas tocaban cada quince días y el ritual lo cumplíamos como hijos de padres separados: a fin de cuentas lo éramos.

A Mollo y Arnedo los veíamos más espaciados y en lugares más grandes, menos misteriosos.

La noche que les voy a contar, fui a verlos con mi novia de aquellos años y un porro. Sería su primer vuelo de marihuana y el hangar estaba lo más sucio posible. No lo olvidaría jamás.
La previa extensa como siempre, estaba ensañada con el día siguiente y sería más tediosa que lo acostumbrado y el porro apareció como la forma más preciosa para pasar el tiempo.

Lo prendo y me quedo un rato con él, antes de pasárselo a mi novia. Pero un fantasma de Cemento apareció en escena: una travesti desalineado me pide una ceca y le convido.
Nos ponemos a charlar de Las Pelotas y de todos los temas que se cuelan en el medio mientras mi novia presencia la escena. Me cuenta que siente los mismos sentimientos que yo al escuchar Máscaras de sal o Peces y reímos como dos mejorados, estancados, maquillados con barro.
Me hablaba de su elección, descubrí que hasta Blancanieves se casó de apuro y el porro seguía consumiéndose. Faltaba poco para que empiecen a exprimirse los cuerpos y ninguno temía lo que ocurriera mañana.
¡Mo-vete! Ya estábamos en el cielo y me acordé de convidarle a mi novia. Aceptó medio de mala gana y saltamos, los 3, el resto de la noche.

El bocha apareció en los momentos indicados, en esos momentos donde la música y su lírica se abren paso para que entre esas voces únicas, irrepetibles. Como boxeadores pesados que sólo llevan marcas de guerra, no de combates. Que atraviesan el camino que distancia al ring de los vestuarios con el ceño fruncido y una sonrisa de punta que augura una victoria. Atemorizan con sólo hacerse presentes. Así era el bocha.

Con estilo, hasta para tocar una pandereta cuando debía esperar en el banco que el pelado despunte un vicio por ambos adquirido: el de cantar.
Cara de loco, ¿Sólo cara? Distinguido en la locura colectiva, preso de su locura individual.
El tucán ya no volaba en Cemento, quedaron los halcones y la noche se fue entre los gritos del bocha y cuando la presión de mi novia perdía ante la externa.
Años más tarde, Las Pelotas dirían Basta! Mi novia y yo también. Ellos cantarían:

el tiempo se vuelve un cuento
¿Dónde estabas cuando estabas
cruzándote en el viento?

Yo les agradecería por esa noche, donde llegué a verme en mi cielo.

Ramiro Barreiro

“Siempre hay gente que lo paga”

La pasión no tiene colores. Y los negocios tampoco. En una investigación realizada por Crónica descubrimos que el negocio de la reventa de entradas para espectáculos no es algo de unos pocos vivos sino que se trata de una estructura de la que también participan hinchas, dirigentes y socios.

Un mano a mano virtual con uno de los tantos revendedores que circulan en los sitios de venta de internet reveló algunos detalles del mecanismo operado por estos mercaderes de la fidelidad para ponerle precio a miles de sentimientos. Un precio que no tiene techo.

El vendedor, de nombre Javier y con una gran trayectoria en la venta virtual de entradas para espectáculos de Boca Juniors, muestra orgulloso en su ventana de Chat un camión con el escudo y los colores de la entidad Xeneize.

Sin embargo, este ofertante oculto bajo el seudónimo ‘JAVV76’ también ofrecía entradas para la popular riverplatense desde ayer a primera hora, mucho tiempo antes que se pongan en venta por la vía legal.
Crónica simuló comprar una entrada para poder contactar a uno de los tantos revendedores que lucran con la máxima pasión de los argentinos y le transcribe un extracto de una charla más que jugosa.

Crónica: ¿Qué tal viejo? ¿Te hago una pregunta: las entradas las tenés con vos?
Javv: No. Recién me llamó el flaco que las tiene mañana a la mañana, ¿Vos cuantas querés?
C: 2.
J: Ok. Te salen 450 cada una como dice la publicación.
C: Che loco y tenés confirmado que están?
J: Si, tengo 40.
C: ¿Y que onda? ¿Dirigentes?
J: Si. Siempre.
Crónica dice: Porque todavía no se terminaron de vender
Javv dice: Todavía ni se empezaron a vender (N. de R: a esta altura, TIcketek informaba a los usuarios que por “eventuales inconvenientes de fuerza mayor” la venta de entradas se reiniciaría a partir de las 18 horas). Igual ya están reservadas desde el martes.
Crónica dice: Pero vos sos de Boca, ¿No?
Javv dice: Seee.
Crónica dice: ¿Y quien te las tira? Te pregunto porque soy socio de River y se vienen las elecciones ¿Viste? Quiero ver a quien voto.
Javv dice: Están todos prendidos negro, ni te calientes. En mi club pasa lo mismo. Todas las agrupaciones tiene tickets, oficialistas u opositoras. Con decirte que ahora me ofrecieron 2 plateas también.
Crónica dice: ¿Y vos conseguís por una agrupación de River?
Javv dice: Mi socio conoce a un dirigente de River. Por la cantidad de tickets me imagino que será del oficialismo, pero no se quien es.
Crónica dice: ¿El chabón soltó las 40?
Javv dice: Si. Las sueltan al por mayor, no se van a andar poniendo en internet a vender de a una y escarcharse. Y lo mismo pasa con la Selección.
Crónica dice: ¿Y cuanta guita le tenés que rendir por entrada?
Javv dice: 350 pesos.
Crónica dice: la levantan en pala.
Javv dice: Mas vale, no se van a Mar del Plata de vacaciones.
Crónica dice: Se van a Aruba, ¿No?
Javv dice: Mínimo.
Crónica dice: Para colmo Ticketek se colgó.
Javv dice: Si. Ya fue. Cuando habiliten largan 1000 entradas y a la mierda.
Crónica dice: che ¿Conseguís para recitales también?
Javv dice: si pero no son muy baratos. Todos los que están en la movida terminan queriéndose salvar.
Crónica dice: Che y ¿Sabés cuantas entradas pone Ticketek en venta? pero posta.
Javv dice: Jajaja dicen que mandaron 4000 de las 4500 que les dimos pero yo no creo que la dirigencia se coma solo 500 para la barra, peñas, dirigentes, jugadores, relaciones públicas, etc.
Javv dice: Las plateas se las comen de cabeza que serán 600.
Crónica dice: claro.
Javv dice: Lo mismo la última vez que fuimos nosotros al Monumental, que el codo que da a la (platea) Belgrano Alta era de Boca y ni salió a la venta. Siempre se encanutan lo mejor.
Javv dice: Son la misma escuela Aguilar y Macri.ç

En bandeja

La polémica suscitada en los últimos años entre Boca y River por la sesión de entradas para los hinchas visitantes tiene una explicación muy sencilla para este revendedor.
En otro momento de la charla, Javier dio su teoría:
Javv dice: Se piensan que yo compro la entrada a 30 pesos y me estoy ganando 400 (por los usuarios que lo critican).
Javv dice: Si no las vendo yo, las vende cualquier otro. Y encima tenemos servicio a la comunidad porque siendo bosteros hacemos colar por los molinetes a gente de ustedes.
Javv dice: Yo estoy a favor de las 2 tribunas y que reviente la cancha. Los que se quejan son los giles que no van nunca y si sale 30 la quieren pagar 50, pero si la próxima fecha jugás en La Plata no van ni en pedo.
Crónica dice: ¿Te parece che? Mirá que los socios no conseguimos tampoco.
Crónica dice: Entonces es un gran negocio que haya cada vez menos entradas para el visitante ¿No?
Javv dice: Y si, porque siempre hay gente que lo paga. Yo tengo bocha de clientes que me dicen ‘mirá que ahorré todo el año, no me cagues’.

¿Quién las paga?
Como en todo negocio, hay un comprador y un vendedor. Y resulta difícil imaginar quien puede pagar cifras astronómicas por una entrada a un estadio. Sin embargo, este turbio negocio tiene muchos clientes.
Javv dice: Una vez, uno de Neuquén, hincha de River, me compró una platea de Boca a 1300 mangos sólo para ‘vivir el espectáculo’.
Crónica dice: ¡¡¿1300 mangos!!?
Javv dice: Para mi tenía guita para tirar para arriba porque al final no viajó por los piquetes.
Crónica dice: ¿Y te quedaste con la entrada y los 1300 mangos?
Javv dice: No. No le cobre ni la seña, por confiado pero el flaco seguro que no se hacía problema.
Muchos podrán decir que las 40 entradas ofrecidas por este vendedor, sólo representan poco más del 1 por ciento de las 4500 que Boca le cedió a River, pero la oferta de tickets en la web sobrepasa los 100 usuarios. Sólo es cuestión de sacar cuentas, aunque con tanta pasión en el medio, los resultados asustan.

RAMIRO BARREIRO
(Publicado en Marzo de 2009 en Crónica)

POCO RUIDO Y MUCHISIMAS NUECES

Algo ocurría en el sur de la ciudad y sus componentes más importantes daban cuenta de ello: los colectivos no paraban, el premetro dejó de funcionar mágicamente y las muchedumbres se movían en masa hacia esa única dirección, como movidos por el viento, hacia esa única esquina.

Los alrededores del autódromo, repletos de almas que trataban de ser una en ese montón y que se movían cual yupi en el Microcentro porteño no buscaban negocios sino algún puesto que vendiera cerveza. En ese contexto hubo un visionario que con algunas bolsas de hielo, varios packs de latas y dos tachos levantó un oasis en medio de las residencias temerosas. Ante semejante panorama, poco podían hacer los efectivos policiales para hacer cumplir una ley que nadie reconocía como legítima. Un hecho que bien podría servirle a Habermas para explicar su teoría de rectitud normativa.

La Renga tocaba en el autódromo y los mismos de siempre, esta vez se multiplicaron hasta llegar a más de 120 mil personas que inundaron con sus candentes marchas y cánticos modulados las calles de Villa Lugano y el propio hábitat tuerca.

Son varias las características que unen al rock con el automovilismo pero hay un nombre propio que liga estas dos pasiones e, incluso, al propio trío que –desde ahora- se convertiría en el grupo más convocante del género. Norberto Napolitano nació en el ´50 y murió en el ´05 pero su vida también la vivió dando vueltas con sus queridos Chevrolet en este autódromo y en tantos otros. Sus fallidos intentos de organizar el ya mítico “Fierrock” en el Oscar Alfredo Gálvez no impidieron que quedara inmortalizado y para eso, mucho tiene que ver La Renga.

El concierto ofrecido por el grupo de Mataderos en Huracán el 4 de diciembre de 2004, sería la última aparición pública del Carpo en un escenario grande en el cual –y porque así lo quiso el destino- tocó el célebre éxito de Paul Simon que La Renga reversionó, “Hey hey my my”. Ese que dice que “el rock and roll no morirá jamás”.

A partir de allí, Pappo tiene el primer ticket en cada show de la banda liderada por Chizzo y su presencia se sintió también en el Autódromo dado que él siempre conoció el camino para llegar hasta allí.

Los accesos al campo coincidieron con todo el contexto “post Comañón”: orden y progreso y una vez adentro, la escena era conmovedora y definitoria. Como en el rodaje de la película épica más costosa, un campo de gente se empujaba contra un escenario todavía frío, aunque estos “extras” no estaban allí para matar a un dragón, rescatar a una princesa o lograr la independencia de un país. Estaban para algo mucho más sencillo; tan sencillo como determinante: La Renga sucedía a Los Redondos en el nivel de convocatoria. “Las bandas” habían encontrado un nuevo nido.

El show fue incómodo. Por el sonido, los pogos y la lejanía con la que debía verse el escenario pero la misión estaba cumplida. Con el correr de los años, los fanáticos tomarían lista a cada rockero que se preciara de tal así como lo hicieron con el show de Seru Girán y/o Sui Generis en River, los Redondos en Huracán o Soda Stereo en la 9 de julio aunque los de Cerati no serían tan bien recordados durante esta jornada.

Al trío pop estarían dedicados todos los cantitos hirientes de la tarde noche y la bronca sería tal que hasta la policía pasaría desapercibida. Deseos de muerte a Cerati y goces por la numerosa presencia de público en este show que tuvo escasa publicidad en los medios, serían la moneda corriente emanada de cada garganta. A tal punto que hasta el propio Chizzo se haría eco de tal manifestación.

Lo cierto es que este verdadero “power trío” demostró su potencia a cuentagotas, habida cuenta de los problemas técnicos que atentaron contra el sonido pero dejaron en claro que para cuando lleguen esos deslices tienen un verdadero coro que no es de ángeles si tenemos en cuenta los insultos que, escoba en mano, propinaron las dueñas de las casas aledañas cuando llegó la hora de la masiva desconcentración.

Ramiro Barreiro

jueves, 5 de noviembre de 2009

"El Rock es muy machista"

El hecho de entrevistar a un personaje que se hace llamar Peter Pank, debería imponerme, como principal objetivo, averiguar su nombre verdadero. Pero al presentarme cai en la cuenta de que había muchas otras cosas por conocer, antes que su verdadera identidad.

"Fotos no quiero, disculpame". Mi interés por su persona se incrementó mucho más después de esa negativa y echar amablemente al fotógrafo que me había acompañado era el paso que faltaba antes de conocerlo.

Son esas mismas fotos las que no me mostraron a un docente de teatro de los centros culturales barriales del gobierno de la ciudad, a uno de los fundadores del Cine Club La Cripta, a un director de cine, ni siquiera me mostraron a un tipo de 42 años que se vino de Campana a los 17 para estudiar teatro.
Las fotos que luego conseguiría me mostraron a Peter Pank. Un cantante de electro pop transformista que difunde su andrógina apariencia por los escenarios más raros de Buenos Aires junto a dos tecladistas y un par de bailarines que le comen la boca en forma impaciente a lo largo de su show: "Peter Pank y los Chicos Perdidos".

Sin embargo, recién al minuto 34 de la entrevista este personaje que motivó a que un director español cruzara el océano para filmar un documental, me confiesa que juega con la ambigüedad sexual. Moraleja: si no tenés una imagen, conseguí mil palabras.

¿Cómo comenzó Peter Pank?
Yo tengo un background de actor y director de cine. En el año 2005 armé un unipersonal que se llamaba Cabaret Electro Pank con textos de Vera Valdo y para eso me junté con un productor musical, Amanda8ch8, y armamos las canciones para el show en un formato Electropop.

¿Cómo llegaste al Electropop?
Me trajeron de regalo un disco de España que se llamaba Alto Standing que eran diferentes transformistas producidos por Luis Miguelles. Me resultó muy llamativo y decidí hacer esto con Amanda8ch8. Hicimos un par de canciones como solista para este unipersonal con la pista grabada y en una de las funciones me fue a ver Fabian Jara, de los ciclos Divas & Divos y Molotov; me preguntó si no quería participar del show sin los textos. Hice una presentación y como me gustó mucho me contacté con Juan Palacios (primer coreógrafo de la banda) y con Rocco (uno de los bailarines) y decidimos sumarlos. Cuando Amanda8ch8 se va a vivir a Alemania, reformulé el proyecto y para entonces había conocido a FOK. Empezamos a componer, llamamos a un bajista y después incorporamos a Novella.

¿Cómo era el electro pop en 2005?
Sacando Miranda y Adicta no había nada; sólo algunas cosas puntuales en el under como Gaby Bex que es escritora y empezó a hacer canciones para la misma época, Grey en Chile y Dani Umpi en Uruguay que también venía de las letras y la actuación.

Y luego de 4 años siguen igual, ¿Por qué?
La Argentina es un país de Rock y Cumbia. Fuera de esos generos es muy difícil poder hacer otra cosa porque todo se toma para la joda, no te toman en serio. Para ser auténtico tenés que ser rockero o hacer cumbia villera, los demás géneros no están considerados, a Pimpinela lo consideran ahora que tienen una carrera de 25 años y luego de que surgió Miranda, mucho más, pero son gente que llenó estadios en España y todo Latinoamérica. Se tuvieron que bancar 25 años de que les digan 'mira que bizarro los hermanos que se pelean'.

En ese contexto, ¿Ustedes negocian ser un poco bizarros?
A mi realmente no me interesa mucho los que piensan que somos bizarros. Lo que si, trato de cuidar adonde doy una nota o con quien hablo porque no me interesa ser Zulma Lobato.

Pero ustedes invitan a que la gente baile, que se joda.
La música se baila y se canta pero la nuestra es música de baile. Uno toma algo de todo lo que ve, te podés quedar con los sonidos, con las cosas que hablamos, con la imagen o con la estética; cada uno elige lo que quiera pero con nuestra propuesta no podés quedar indiferente, es movilizadora.

¿Y por qué creés que la gente no se abre a nuevos estilos?
Para mi no deben existir los rótulos, lo importante es ser. Los frasquitos dan mucha seguridad, porque ser 'esto' significa no ser 'lo otro' y uno puede ser todo. Si vos sos docente no podés ser cantante de electro pop y si sos cantante de electro pop no podés ser director de cine. Pero yo soy todo.

¿Quién es Peter Pank abajo del escenario?
Soy docente y eso es de lo que trabajo. La música pop no me va a dar de comer a menos que esté en una gran discográfica. La docencia me gusta y me he preparado para eso; es lo que paga mi departamento y lo que me mantiene. Además toco el bajo en bandas punk y soy técnico en '69 a la cabeza', un show de títeres porno.

¿Alguna vez fuiste víctima de algún prejuicio?
Nunca tuve problemas aunque trabajo con chicos de todas las edades; trato de mantener un filtro. La mayoria de mis alumnos chicos me mandan solicitudes al Facebook que yo no acepto. Prefiero mantener los lugares separados aunque si ellos escuchan por otro lado mi banda y les gusta, todo bien.

¿Alguna vez se te mezclan los mundos?
Si, y me da mucha vergüenza, por eso manejo un perfil bastante bajo. Si bien el personaje que se ve en escena es 'muy para afuera' soy una persona bastante tímida y me cuesta mucho la comunicación con 'el otro'. Soy una especie de Dr. Jeckil y Mr. Hyde y mi personaje tiene permitido hacer y decir un montón de cosas que en mi vida personal no haría ni diría.

¿Y cuál es el verdadero?
Hay una mezcla de todo. Uno es todo, tanto el que cuida a sus shijos como el que grita un gol en la cancha, se pelea con su hermano por un problema familiar o se levanta una mina en la calle.

En una de tus letras decís que bailás a Depeche Mode y Fangoria, ¿Son tus influencias?
Son dos de mis referentes más fuertes aunque no los únicos. Yo escucho muchas cosas y hago una suma de todo. Fangoria tiene de particular que es la gran banda de electropop en español, tienen una trayectoria de más de 10 años y si viven de eso. Pasaron por el punk, el dark, el techno hasta llegar a la actualidad y lo más importante es que son españoles (risas); acá les hubiese costado mucho.

¿Y antes del electro pop?
Principalmente Punk Rock pero también Dark, Gótico, techno y hasta boleros y canciones de amor.

¿Y el Rock?
Poco y nada aunque todo depende de a que le que llames Rock, en algún momento acá se considero Rock Nacional a Sandra Mihanovich y por más que me gusten algunas canciones de Sandra no la considero Rock. Con los Decadentes o Kapanga pasa lo mismo y no es por ser peyorativo pero creo que transitan otros géneros.

¿La forma en que ustedes hacen electro pop es la única forma de hacerlo?
No, al menos en mi forma de hacerlo, cada maestro tiene su librito. A mi me gusta toda esa escena post punk de principios de los '80, el sonido new wave que me apasiona con esos teclados impresionantes y loops que no se pueden entender.

Todo te remite a tu adolescencia, ¿De ahí viene tu seudónimo?
Claramente, y no creo que sea necesario salir de la adolescencia. Yo digo que soy un chico encerrado en el cuerpo de un hombre o un hombre encerrado en el cuerpo de un chico. Me considero un chico que me cuesta crecer.

Pero le agregaste una letra al personaje del cuento -la K- que convierte tu supuesto apellido y te condena a estar en contra de todo...
Exactamente, y eso es lo que me hace jugar con la ambigüedad sexual (minuto 34) y las cosas que están dando vueltas dentro del producto.

¿Para que creés que sirve la provocación además de ganarte una trompada?
Nunca me pasó porque cuando uno es, impone respeto. Demuestro que tengo las cosas en claro y nada de lo que me digas me puede afectar porque yo sé quién soy.

¿Y el que provoca juega para vos?
Está jugando para mí, a veces lo sabe y a veces no. Es preferible que hablen mal de uno a que no hablen. La provocación la uso como filtro y me permite llegarle a la gente más perceptiva, entienden que es el mismo maquillaje el que nos hace auténticos.

¿Tomaste esa actitud a partir de alguna experiencia?
Siempre fui así y por eso tuve tantos problemas en la escuela.

En tu MySpace decís que tus canciones hablan de relaciones sexuales...
Yo escribí todas las letras menos 'Que Idea' que es un cover del italiano Pino D'Angiò, al cual le agregué una sola frase ('alguien como tú que se destaca mas que nada entre toda la multitud'). Esa frase me gusta porque tiene que ver conmigo porque al ser distinto al resto de los chicos hace que me sea muy difícil poder llegar a tener pareja. A mi no me importa, en ese sentido soy como Charly, los que estén en el camino bienvenidos al tren aunque yo no voy en tren, voy en avión.

El Under y Batato
¿Cómo era Batato?
"De Batato aprendí muchísimas cosas y una de ellas es ser uno mismo y no tratar de ser como nadie. Cada uno de nosotros es único e irrepetible; todos somos diferentes".

Estás a la cabeza de un proyecto sobre su persona...
Estoy dirigiendo una peli sobre Batato en este momento. Lo conocí a fines de los '80, dirigí un cortometraje con él y grabé una de las últimas entrevistas que dio. Tengo mucho material de archivo y decidí dirigir un documental homenaje que, a pesar de que nos costó mucho conseguirlo porque era una película que hablaba sobre el under, cuenta con el apoyo del Instituto del Cine. Se va a tratar de un filme que también habla de la apertura y de nuestra cultura.

Contame un poco más...
La película va a contar con entrevistas nuevas. Va a ser una especie de road movie donde es mi viaje hacia el pasado y reencontrarme con toda esta gente que influenció mi vida y donde está ahora y a partir de nuestras vidas empezar a reconstruir la figura de Batato. No es la intención hacer un documental estático sino que queremos contarlo desde como fue el under después de la dictadura y como es ahora; como siguió su camino aquella gente y que pasó en estos años. Intentaré explicar porqué en los '80 cada sótano era un teatro, las discotecas eran una fiesta y en el Buenos Aires post Cromañon solamente se puede tocar en lugares para 500 personas porque un lugar como el Parakultural hoy estaría clausurado por no tener una habilitación municipal.

¿Creés que faltan espacios?
Totalmente. Pasa que todo tiene que ver con una resistencia. A El Dorado le hicieron tanto la guerra que paso de ser un lugar donde Batato te atendía la mesa e iba a comer Susana Gimenez a un lugar donde caía la policía todos los fines de semana y los dueños tuvieron que cerrarlo. Cuento algo que sucedía en la última etapa, total ahora no pueden hacerle nada: Era común que estuvieses tocando y había un interruptor al lado de la puerta. Cuando llegaba la policía, apagaban ese interruptor y se cortaba la energía en todo el lugar; todos ya sabíamos que teníamos que quedarnos callados y quietos en el lugar y la policía creía que estaba cerrado. Cuando se iban, se volvía a accionar el interruptor y seguía la fiesta.

En el Rock siempre hubo una urgencia para clasificar las cosas y que no se 'contamine' el género, ¿Ceés que eso ahora es peor por esa falta de espacios?
Eso nos pasa a todos. En nuestras fiestas tranquilamente puede caer la municipalidad y clausurar todo. En una fecha nos pasó que vino el dueño del lugar a decirnos que nos callemos porque la gente está bailando y bailar no se puede.

¿La tragedia de Cromañon atentó contra el under?
Parece que se hubiese tratado del proceso militar. Una tragedia fuerte como la de Cromañón donde murieron tantos chicos y de una manera tan injusta hace que las autoridades en su mea culpa no sepan cómo reaccionar y manejar las cosas de una forma coherente.

¿Creés que Cromañon nos debería haber enseñado a abrir nuestros oidos a otros gustos musicales?
Ya lo dijo El otro Yo: 'la música que yo escucho no es la que escuchan todos'. A mí lo que me llama la atención es que cuando uno mira los canales de música, todas las bandas argentinas son iguales. Por ahi cuando algo te llama la atención, lamentablemente es extranjero. Siempre me pregunto el motivo, porque no es que acá no haya cosas distintas, pero los que manejan las discográficas y el negocio no les interesa lo nuevo. Me parece que las bandas estilo Callejeros tienen cosas para contar pero aparecen muchas otras parecidas. Yo creo que en la diversidad está el gusto: que haya un poco de todo hace que todo sea más rico, si todos hiciesen electro pop yo estaría haciendo cumbia, solo por contrera.

Entonces, ¿Por dónde pasa el under hoy?
Creo que es como todo momento de crisis, cuando las cosas se están moviendo de manera subterránea para llegar a estallar en algún momento. Por lo general, los medios llegan tarde. Cuando Crónica llega al incendio, el incendio ya se produjo, no llega cuando se prendió el primer papel. Creo que ahora estamos en el momento en que se está provocando el incendio, cuando hay un montón de gente que está haciendo cosas sin que los grandes medios lo sepan. Vos llegaste temprano, bienvenido.

"No somos machos pero somos muchos"

Vos sos docente de pibes y cantante transformista, ¿Que opinás sobre el avance de la pedofilia?
Me parece que no es que haya más casos sino que se empezó a hablar. Antes había miedo de contar y me parece que ahora es el nuevo tabú; cuando se van derribando los tabúes, siempre va quedando lo prohibido de lo prohibido pero, por ahí, antes había como tabúes previos para derribar hasta llegar a éste.

¿Quién creés que lo impone?
Creo que tiene que ver con la evolución de las sociedades. Oscar Wilde fue preso por acostarse con un hombre y hoy en día la situación parece graciosa. Siempre va a estar mejor visto que dos chicas se den un beso a que lo hagan dos chicos.

Como en tu show...
Lo hago a propósito y se trata de una consigna netamente de Animé. Yo soy un gran consumidor de manga y Animé y en de esos personajes de sexualidad ambigua en la cual hay una rama escrita para chicas que cuentan historias de amor entre muchachos. En Japón, donde los tabúes deben ser otros, no mandan 2020 con el celular para ver las colegialas más calientes sino que las chicas se calientan con las historias de amor entre chicos y con eso intento jugar.

¿Creés que vamos camino a que haya un solo género?
Tiene que haber mil géneros, no uno solo. Tiene que haber diversidad y cuantas más cosas distintas haya, mejor. A mí me gusta el chocolate pero si fuese lo único que hubiera para comer me estaría muriendo por una milanesa de soja.

¿Por eso no te gusta el Rock?
El Rock Nacional es absolutamente machista y todo dio un paso para atrás: de la ambigüedad sexual de Federico Moura y Sandra y Celeste pasamos al Rock y la cumbia de machos.

Pero en la cumbia también aparece la figura de la travesti...
La travesti es un producto de consumo para los ratones del varón heterosexual, igual que las colegialas más calientes del 2020. Alguien como Florencia de la V que es un tremendo hembrón demostró que hay una cuestión de apertura en el sentido de que una travesti es una de las primeras y más importantes vedettes, pero el producto Florencia es sumamente digerible, es politicamente aceptable. Todo tiene que ver con la hipocresía.

No es Zulma Lobato...
A mí lo que me gusta de ella es que es única, no es una travesti que remite a Moria Casán, de las cuales hay millones.

¿Creés que hay realmente tolerancia o está dibujado?
Creo que hay un poco de las dos cosas. Hay mucha más tolerancia de la que había, inclusive desde los derechos con el logro de la unión civil y que haya quedado caduco el debate de la zona roja, pero todavía falta mucho. Con mucha esperanza, tal vez lo vean mis alumnitos.

¿Tuviste experiencias con travestis?
No, pero las tendría porque el amor es siempre amor y es lo mejor que te puede pasar y no importa quién te lo haga sentir.

Ramiro Barreiro

Walas, Massacre y el sueño del pibe

Antes de pasear por las venas abiertas de América Latina junto con Los Cadillacs, Walas nos contaba que entre los proyectos de Massacre sólo faltaba tocar en el Luna Park. A punto de cumplir esa misión, muchas bandas tomaron nota de cuál es el nuevo mapa a seguir para una banda en crecimiento.

Y es que dentro de este nuevo paradigma, donde la susceptibilidad de los locales clase C dejó a mitad de camino a muchas bandas independientes, Massacre se convirtió en la primera que marcó el nuevo rumbo y lo hizo con la huella de un Mamut que el propio Walas definió así: “tiene clasicismo y vanguardia. Anda a nafta diesel y no lo para nadie. Va por los barrios y por las ciudades y trasciende los conflictos”.
Participación en festivales, ciclo en la Trastienda, un par de Roxys, el ansiado Obras con record de convocatoria, gira con los Cadillacs y el próximo Luna Park podrían ser los capítulos de un libro de autoayuda intitulado ‘El camino hacia la consagración’ y Massacre, su posible autor.
Pero el escalón que Walas y compañía siempre recordarán ese Obras Sanitarias que presenció hasta Francis Ford Coppola.
“En Obras estábamos muy nerviosos”, arranca Walas y después, cuando vi los videos dije ‘que buen show, lástima que no estuve’”.
¿No pudiste evitar la tensión?
“Estábamos advertidos que íbamos a pasar por eso. Todos nos decían: ‘traten de vivirlo y de disfrutarlo porque se les va a pasar en un pedo. Como el tipo que arma la fiesta de casamiento y no la vive, no comió”.
¿Y cómo prepararon aquel show?

“Preparamos el Obras haciendo terapia de grupo con Fernando Ulloa (terapeuta de árbol y Les Luthiers). Sucedió que para aquella época nos encontramos con que de un día para el otro nos tuvimos que poner a laburar de una manera profesional, algo a lo que no estábamos acostumbrados”.
¿Por qué, como era antes?
“Durante muchos años fuimos hippies, amateurs, colgados, sin tiempos, sin plazos y a partir del éxito de el Mamut, nos tuvimos que juntar todos a hacer terapia, a incrementar el diálogo y cambiar nuestras vidas. Nos dijimos ‘chicos se nos viene el laburo profesional, como el de nuestros amigos, que laburan todo el día de esto y festejan el cumpleaños los días miércoles y no los fines de semana, porque están trabajando’”.

Escuela de Rock
“Cuando me veo con los amigos de mi hijo que son todos hardcore, me vienen a preguntar cosas y me veo como Jack Black: Lección uno, los Beatles, Elvis Presley; lección 2: Zeppelin; lección 3: Pearl Jam”.
Guilermo Cidade es hijo de Vicente, un folclorista misionero y en el ambiente rockero es más conocido como Walas, cantante de Massacre y militante del Skate Rock.
“Yo soy un poco como Jack Black”, insiste Walas, “Incluso en la película tiene una calcomanía de Fugazi y un poster alucinante de Ramones”.
¿Desde donde se fue construyendo la imagen de Massacre?
“Todas las bandas que salieron de la escuela de Washington DC como Dag Nasty o Jawbox nos marcaron el camino. Empezamos desde muy chicos haciendo Skate Rock. Nuestra cuna era Seven Seconds, Agent Orange , TSOL y Dead Kennedys pero cuando se separa Minor Threat aparece Dead Nastys y Fugazi (N. de R.: Ian McKaye antes formó Embrace), que nos voló la cabeza. Ahí empezó lo que después se llamo Pop Hardcore y nos subimos nosotros. No nos quedamos en el formato Hardocre ni pasamos a otra cosa que sonaba en el momento que era el metal crossover, donde aparecen Crumbsuckers entre otras; eso no nos gustó para nada pero si nos gusto Fugazi con sus contrapuntos, con su amargura, frustración, introspección, en fin, los inicios del original Emo”.

¿Y el sonido?
“A nivel musical creo que nuestros grupos de cabecera son Sonic Youth, My Bloody Valentin y Pixies, una trilogía con guitarras raras y tiempos impredecibles. Nos marcó también el camino del perdedor porque esas bandas, en Argentina, sólo representaban a 10 melómanos o chetos que habían viajado a Estados Unidos pero el tiempo finalmente nos dio la razón porque hoy en una tapa de revista sale una remera de Dead Kennedys. Hoy el publico creció, porque cansó lo clásico, se puso de moda el rock y, sobre todo, el retro rock y tuvimos que ir a buscar a las fuentes de hace 20 o 25 años. Ahí reapareció la octava maravilla que es el rock”.

En tus declaraciones se da algo muy particular: Cuando hablas de tu vida como músico o artista hablas de ‘nosotros’ pero cuando te dirigís a la gente, decís ‘mi amor’, ‘vos’.
Si, es verdad, y tengo un poco de conflicto con eso porque yo al ser el vocero de Massacre en muchos casos hablo de primera persona, cosa que por un lado me incomoda en relación con los demás Massacre pero por otro lado me siento cómodo a nivel de la edad. Mi amigo Ariel Minimal dice que, en general, a cierta edad hablas en plural y después de cierta edad hablas en singular y es cierto: cuando tenés 20 años ‘somos’, ‘pertenecemos’, ‘somos el equipo, los Sex Pistols’, ‘somos los cuatro’ pero después sos el artista, ‘el solista’, ‘el salmón’. Nosotros somos, sin dudas una banda de cinco artistas pero yo como vocero soy individuo, el que llevo el pulso”.
¿No tiene también que ver con que sos el único sobreviviente de los Massacre originales?
“Quizás tiene que ver con eso: por ahí digo ‘Massacre Palestina, mi proyecto’ y también es el ver como creció. Yo sé que me la busqué y me la gané”.


La condición de Frontman es indudable con sólo ver la postura en el escenario de este artista con pinta de vikingo semental y su actitud firme y segura tanto para cantar como para andar en skate en pleno show o jugar con los numerosos muñecos que poblan el escenario.

Walas es estéticamente inimputable y lo sabe. Por eso, su personalidad seduce con la misma contundencia con la que Massacre revienta cada lugar donde toca.
¿Y por qué Massacre siguió adelante y otras bandas no?

“Si sobrevivimos a las cosas que sobrevivimos es porque tenemos mucha vocación y tenemos mucho amor por la guitarra eléctrica, los discos y el rock. Somos sobrevivientes de una generación de grupos que ya no existe casi ninguno. En el Festival Nuevo Rock argentino, del año 95, tocaron, los Brujos, Todos tus Muertos, Peligrosos Gorriones y Fun People.

Pero aparte de las bandas que se conocieron, existieron muchas otras y desde nuestra primera fecha en lugar que se llamaba La Capilla, que quedaba en Suipacha entre Paraguay y Córdoba y que tenía una acústica buenísima, tocamos con millones de bandas under. Un día voy a hacer la nómina de todas las bandas que compartieron escenario con nosotros”.
Entonces imagino que también tienen muchas influencias de músicos argentinos.

“A mí me gusta buscar discos jodidos del rock argentino que me nutrió cuando era chico y del que estaba antes. Por eso tengo los dos discos de Don Cornelio y la Zona, Los encargados, La sobrecarga y todos los discos que iban en paralelo a lo más mainstream. Iba a ver a Sumo, a Virus, a Los Violadores, a los Twist y los Cadillacs cuando empezaron pero paralelamente iba a los sótanos a ver los grupos más chicos; algunos grababan discos y otros no. Yo no me perdía un solo show de Geniol con Coca. A mí me nutrió mucho y no hay discos de él como también pasó con Los Casanovas o los Corrosivos”.

¿Cuál fue el lugar más extraño en el que tocaron?
“Era un boliche, una especie de bar privado en un departamento antiguo de Santa Fe y Pueyrredón. Quedaba en el tercer piso y subías por ascensor o escalera. Tocamos una vez apoyados contra la pared por la cantidad de gente que había”.

¿Con que podes soñar hoy?

“Luego del Luna Park y habiendo tocado con los Ramones, con Henry Rollins y con Glen Dancing y después de llegar a Obras, que es el símbolo y lo que canta la hinchada, lo que sueño es sacar discos cada vez mejores, por lo pronto, que el sucesor del Mamut sea mejor y ya estamos en eso”.

RAMIRO BARREIRO

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Una historia de amor y solidaridad vía internet

La historia de cómo Pablo, gracias a una cadena de favores, consiguió que su novia, Paola, pudiera operarse de una cadera.

Un joven músico de la ciudad de Bahía Blanca comenzó hace poco menos de tres meses una cadena de favores por Internet para poder operar a su novia y la solidaridad no se hizo esperar: Paola luce cadera nueva gracias a una historia bien rockera. Su amor comenzó gracias a Internet; la solución para el principal problema que debieron afrontar juntos, también, y su relación con Crónica no podía empezar de una manera diferente.
Pablo y Paola iniciaron su noviazgo gracias a que algún cupido cibernético los cruzó en una sala de chat; allí se dieron cuenta de que tenían mucho en común y una de esas cosas era la música. Pablo tiene una banda y es fanático de Los Piojos; por tal motivo aprovecha cada ocasión en que la banda oriunda de Palomar visita su Bahía Blanca natal para vibrar y saltar con cada uno de esos temas que alguna vez intentó "sacar" con su guitarra. Para colmo, un buen día el destino le guiñó un ojo, cuando el propio violero de Los Piojos tiró al público dos púas que volaron en forma mágica hacia sus manos. Pero el destino no le avisó que esas dos lágrimas de plástico, con el tiempo, formarían un corazón indestructible.
Paola tiene 28 años y a los 6 se le diagnosticó una "secuela de Perthes", una enfermedad de cadera en los niños, que produce una debilidad progresiva de la cabeza del fémur y que puede provocar su deformidad permanente. El mal destruyó el fémur de Paola y comprometió su futuro. Su andar se fue dificultando con los años, pero eso no impidió que la joven actriz tuviera una vida normal. Sin embargo, su cadera no soportaría mucho más tiempo y las prótesis que sirven para suplir esa deficiencia cotizan en dólares.
En medio de los lamentos de su novia por ver empeorar día a día su situación y por no tener la posibilidad de costear su tratamiento, este estudiante de administración de empresas entendió que algo debía hacer y no pasó mucho tiempo hasta que finalmente dio vida a su creación más sentida: la "operación púa" con la cual se originaría una cadena de favores espontánea que fue motivada exclusivamente por el rock and roll.
"El que valore las púas como yo me las va a cambiar por algo mejor; ese algo mejor lo publico en el blog y espero ofertas de algo todavía mejor; así hasta la fecha de la operación", nos explicó Pablo -en diálogo exclusivo con Crónica- aquel 29 de noviembre del año pasado, cuando la iniciativa sólo tenía algunas horas de vida y tal vez ni él mismo imaginaba la repercusión que podría alcanzar esa conversación. Esa fecha por fin llegó, luego de la publicación de la nota en Crónica Digital y la extensión a diferentes medios del país.
En consecuencia, los amantes del género entendieron la movida como una sentida balada de amor; se acercaron de a uno, de a dos, se fue formando la ronda y correspondieron el llamado de este "Juglar" -así se llama su propia banda- para llenarlo de donaciones que lograron el objetivo, aunque todavía falta un poquito más, por lo que el blog
(http://operacionpua.blogspot.com) sigue al aire.
Así fueron pasando diversos artículos que Pablo publicaba con mucha ansiedad en su blog a la espera de una oferta. Entre ellos, una toalla de Los Pericos, una guitarra eléctrica, una camiseta de Boca -propiedad de Rodrigo Palacio- y una de Manu Ginóbili.
Pero faltaba el aporte de los otros protagonistas de esta historia que, al parecer, no fueron ningunos piojosos. La banda de Ciro y compañía se encontró con la pareja en su vuelta a Bahía y les obsequió más púas, un par de palillos, un afiche autografiado, un CD, remeras y máscaras que el propio cantante usó en los shows.
Lo cierto es que cuando esta nota salga publicada, Paola estará atravesando su posoperatorio en el Hospital Italiano a la espera de que su nueva cadera le permita bailar más rocanroles con su novio, ese que, púa en mano, todavía le sigue cantando al oído: "¿Qué más por este amor?".

RAMIRO BARREIRO

Diario Crónica. Enero de 2008